Sobre gustos no hay nada escrito, o eso se dice. Ahora, si hablamos de sexo la concepción de todo cambia porque no es un gusto corriente. También se podría ampliar esto a atracciones, en definitiva, a cualquier interrelación con un trasfondo sexual, e incluso en muchas ocasiones sin éste trasfondo.
La tensión es quién que tiene el control en cualquier tipo de relación. Haciendo una metáfora simple y bastante corriente lo podemos comparar a una cuerda:
"Dos personas tiran de ella, una por cada extremo. Los dos deben tirar para mantenerla en tensión, eso sí, midiendo la intensidad porque la cuerda se puede romper"
"Dos personas tiran de ella, una por cada extremo. Los dos deben tirar para mantenerla en tensión, eso sí, midiendo la intensidad porque la cuerda se puede romper"
Es tan popular como cierto el dicho "Siempre queremos las cosas que no tenemos", por eso, nos va a gustar más la chica que no te sube a su casa el primer día a la que te mete en el baño de un garito de mala muerte. Todo está en la mente.
Después de leer está entrada solo tienes que quedarte con dos palabras: sexo y mente. Y tú, que ves porno como yo, te crees que el sexo es lo que ves. No estamos tampoco muy lejos, pero mientras que tú estas deseando arañarme yo prefiero acercarme al oído y susurrarte.
