No hubo nada igual a enlazar tu lengua y mi lengua incierta. Nunca me atreví a decírtelo, por desgracia si a pensarlo. ¿Y ahora?, ahora mis sentimientos luchan por evitar hablar con el fracaso, y mis textos lo escribe otro, que tampoco sabe exactamente como explicarlo.
¿Dices que no lees nada de amor en este blog?
Conóceme bien, y vuelve a intentarlo.