domingo, 8 de mayo de 2011

Crisis

"Te has dejado tus notas en mi mesa".
Una simple hoja con cuatro garabatos mal hechos, los restos del café y una rosa que le compré al chino de turno son suficientes.
Sales y entras por esa puerta con la misma facilidad a aceptar una copa un sábado noche.



Te sientes frustrado, lo que escribes no te llega. Sientes pavor cada vez que te enfrentas a un folio. No consigues ordenar tus sentimientos. Además, los versos que mas han gustado no los has escrito tú. ¿Alguna vez te has planteado por qué escribes? Ya tienes la respuesta.

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